Emiliano está destrozado, sin NADA, ya no tiene ni nombre, allí apoyado en la barra del Garibaldi pide un tequila, dolorido de la paliza y apesadumbrado, de repente empieza la canción de Rosario, le toca a ella. Con su bella voz, está cantando «Las ciudades» y Emiliano empieza a oír aquella voz, tararea el tema...la señorita amable que lo ayudó, “un ángel” le dijo a Felipe lo había ayudado...empiezan a cruzarse las miradas, ¡allí se respira algo! El Coloso lo nota, a Rosario nadie ha logrado conquistarla, ni siquiera Javier Macías (Nicolás Montero) un rico abogado prendado de ella, que va por allí a todas horas.
Manuel El Coloso, aunque es un mujeriego empedernido, ama a Rosario, y le dice que al tiempo será con la que se casará, Rosario le ríe los piropos, pero nada más.